En nuestros posts anteriores, hemos explorado el concepto de “hype” y sus orígenes históricos. Ahora, nos adentraremos en la dinámica del “hype”, desglosando su ciclo y explicando cómo cada fase se relaciona con la siguiente.
El “hype” sigue un ciclo específico, que se puede resumir en cinco fases: desencadenamiento de la innovación, cima de expectativas infladas, depresión de la desilusión, pendiente de iluminación y plana de productividad.
Desencadenamiento de la Innovación
El ciclo del “hype” comienza con el desencadenamiento de la innovación. Esta fase se produce cuando un avance tecnológico, un anuncio o una idea genera interés inicial. Puede ser el anuncio de un nuevo producto, la revelación de una tecnología emergente o la introducción de una idea revolucionaria. Esta fase es crucial para generar el impulso inicial que alimentará el “hype”.
Cima de Expectativas Infladas
A medida que el interés inicial crece, entramos en la cima de expectativas infladas. Durante esta fase, la publicidad y la atención de los medios alcanzan su punto máximo. Las expectativas en torno al producto, evento o idea están en su punto más alto, a menudo excediendo lo que es realista o factible.
Depresión de la Desilusión
Sin embargo, lo que sube, debe bajar. La cima de expectativas infladas a menudo es seguida por la depresión de la desilusión. Durante esta fase, las expectativas no se cumplen y el interés comienza a decaer. El producto, evento o idea puede no cumplir con las expectativas infladas, o los consumidores pueden simplemente perder interés.
Pendiente de Iluminación
A pesar de la desilusión, el ciclo del “hype” no termina aquí. A medida que el polvo se asienta, entramos en la pendiente de iluminación. Durante esta fase, el público comienza a ver cómo la tecnología, el producto o la idea puede ser útil. Aunque el entusiasmo inicial puede haber disminuido, hay un reconocimiento creciente del valor y el potencial.
Plana de Productividad
Finalmente, llegamos a la plana de productividad. Durante esta fase, el producto, la tecnología o la idea se adopta de manera más generalizada. El “hype” puede haber disminuido, pero el impacto y la influencia persisten.
En resumen, el ciclo del “hype” es un viaje desde la innovación hasta la productividad, pasando por la exuberancia y la desilusión. Cada fase del ciclo tiene su propio conjunto de desafíos y oportunidades, y entender este ciclo puede ayudarnos a navegar mejor en el mundo del “hype”. En el próximo post, exploraremos cómo el “hype” y la calidad del producto están intrínsecamente vinculados. ¡Hasta la próxima!